En CGT, fieles a la coherencia en nuestros planteamientos sindicales, estamos en contra de las horas extras. En primer lugar porque son una trampa que las empresas ponen a los trabajadores, y así lo argumentamos. Incrementar la producción, sin aumentar la plantilla es uno de los objetivos de las empresas para explotarnos más y mejor. Nuestro sindicato no puede dar el visto bueno a que se intente suplir una plantilla escasa con horas extras, y a que se pretendan normalizar horarios y jornadas que imposibiliten la conciliación de la jornada laboral y familiar.
Sabemos que la postura de CGT sobre este asunto podemos encontrar cierta incomprensión entre un sector del colectivo. Por tanto, mas razón aun para insistir en que las empresas promueven los excesos de jornada y las horas extras para incentivar la insolidaridad entre los trabajadores, para ofrecer una válvula de escape al colectivo que le distraiga de luchar por unos derechos salariales dignos, y para mantener las plantillas recortadas bajo mínimos de forma estructural. Sin olvidar que las horas extras fomentan un ocio inhumano, sobreesfuerzos, ritmos de trabajo frenéticos, más explotación y un empeoramiento de nuestra calidad de vida. Además, también es importante señalar que las horas extras constituyen un factor de riesgo y aumento de probabilidad de sufrir accidentes laborales.
No desconocemos uno de los orígenes del problema, que se encuentra en: la carestía de la vida, las hipotecas, familiares en situación de desempleo, bajos salarios, problemas para llegar a fin de mes, etc. Somos los más consecuentemente sensibles a esta lacra social, por esta razón desde CGT insistimos en la trampa que supone sustituir la movilización para conseguir un salario digno, con la realización de horas extras. CGT denuncia las trampas que esconden los excesos de jornada y las horas extras. Llamamos a la reflexión e intentamos concienciar sobre este problema. También hacemos un llamamiento al resto de sindicatos a que rompan su silencio y se impliquen en esta tarea.